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Los estudiantes descubrirán algunos aspectos de la luz a través de la creación de un espectroscopio, un instrumento fundamental en astronomía. Los espectroscopios nos permiten estudiar la composición química y las características físicas de los cuerpos celestes que observamos. El espectroscopio construido en esta actividad no es como los que utilizan los astrónomos, pero nos permitirá descomponer la luz de las fuentes luminosas en un arcoíris de colores, y descubrir algunas características de la luz que de otra manera no podríamos ver. Es un instrumento portátil, que los estudiantes pueden usar cuando y donde quieran, y salir a cazar espectros.
Construye un instrumento portátil y funcional para visualizar los espectros de la luz procedente de fuentes luminosas.
La luz es un tipo de radiación que nos permite ver lo que nos rodea. Los cuerpos de los cuales proviene la luz se denominan “fuentes de luz” y pueden ser de dos tipos: naturales y artificiales.
La luz parece ser blanca (o transparente) pero en realidad está compuesta por todos los colores del arcoíris, mezclados. El ojo humano percibe los objetos que no emiten luz como coloreados, solo cuando la luz (ya sea natural o artificial) los golpea, se refleja parcialmente y entra en nuestros ojos. Por ejemplo, ves un objeto como rojo porque cuando la luz lo golpea, todo se absorbe excepto el color rojo, que se refleja, luego entra en tus ojos y aparece así. Esto sucede para todos los demás colores, excepto el negro y el blanco, que - de hecho - no son colores reales, sino más bien la ausencia o suma de todos los colores, respectivamente. Para un objeto negro, toda la luz que incide sobre él es completamente absorbida, y para uno blanco, todos los colores son reflejados.
La luz se puede representar como una onda y en la imagen se pueden ver múltiples ondas que representan diferentes colores. La distancia entre dos crestas consecutivas en la onda (o entre dos comienzos de la forma de la onda) se llama longitud de onda y es una característica fundamental de la luz. Cada color tiene su propia longitud de onda, desde la más corta (violeta) hasta la más larga (roja). La unidad de medida junto al número es el nanómetro, que corresponde a una longitud mil millones de veces más corta que un metro.
Pasando de violeta a rojo, la longitud de onda aumenta, y en el mismo espacio se “incluyen” menos crestas de onda, porque un ciclo completo ocupa más espacio. Se podría hacer una analogía con gotas de agua cayendo en un vaso: cada vez que llega un pico de onda, podríamos imaginar que transfiere una cantidad “fija” de energía… como si fuera una gota de agua cayendo en un vaso. En un tiempo fijo, la luz azul lleva más gotas que la luz roja; es decir, la luz azul lleva más energía que la luz roja.
Por lo general, los colores dentro de la luz se mezclan y no se pueden distinguir. Para ordenar los colores de la luz necesitamos algo que los separe. Puede ser una pequeña gota de agua, un trozo de cristal (¿conoces las lámparas de la abuela con gotas de cristal?), o un “trozo de vidrio” llamado prisma.
El prisma es un objeto transparente. Cuando un haz de luz (blanca) entra, es “refractado” (el fenómeno físico que ocurre se llama “refracción”): cuando entra en el prisma, cada color en el rayo de luz experimenta una desviación, la cual depende de la longitud de onda del color en sí. Las ondas rojas se desvían menos que las violetas. Lo mismo ocurre cuando los rayos de luz salen del prisma. De esta forma, la luz que sale ya no es blanca, sino más bien una banda de colores ordenados, desde el rojo hasta el violeta: el arcoíris, que los científicos definen como “espectro”.
El espectroscopio que construirás en esta actividad funcionará exactamente como un prisma, descomponiendo la luz en diferentes colores. Gracias a él, verás con tus propios ojos que fuentes de luz differente pueden tener diferentes tipos de espectros. Si observas la luz del sol (TEN CUIDADO: ¡NUNCA MIRES DIRECTAMENTE AL SOL, NI SIQUIERA CON EL ESPECTROSCOPIO!), verás un arcoíris, mientras que las bombillas de luz de ahorro energético no producen un arco iris completo, sino solo unas pocas líneas de colores sobre un fondo negro. Se llaman espectros lineales, en contraposición al arco iris que observarás del Sol, que se define como espectro continuo.
En los dos casos anteriores, los espectros tienen formas diferentes porque la luz es emitida por diferentes procesos físicos. En el caso del Sol (o una bombilla de luz "normal"), la luz visible se produce porque la fuente está muy caliente (miles de grados). En el caso de la bombilla de bajo consumo, hay un gas (frío) dentro de la bombilla cuyos electrones, que normalmente orbitan a una cierta distancia del núcleo de su átomo, se excitan y saltan a órbitas más distantes, para luego caer de vuelta después de un tiempo a la órbita original. Durante este proceso, emiten luz. Sin embargo, la luz que emiten depende de la diferencia de energía entre las dos órbitas electrónicas, y por lo tanto, tiene un color preciso, que representa la energía de ese salto.
Cada gas, de cualquier elemento químico, tiene sus propios electrones, más o menos lejos del núcleo, y solo pueden hacer ciertos saltos. Por lo tanto, el espectro de un gas (es decir, las líneas de color emitidas por los electrones de ese gas durante su salto) es típico de ese gas. Este comportamiento es solo suyo y tiene esa combinación especifica de líneas de colores (espectro). En este sentido, podemos decir que el espectro es la huella dactilar del gas de ese elemento. Si vemos ciertas líneas, podemos deducir qué sustancia química, o qué combinación de elementos químicos, las emitió. Por lo tanto, comprenderás por qué es importante observar objetos celestes con un espectroscopio: nos permite aprender de qué están hechos. De hecho, en astronomía, este instrumento es mucho más poderoso: no solo nos permite entender qué elementos constituyen la fuente de luz, también podemos derivar su temperatura, la densidad del gas y si se está acercando o alejando de nosotros.
Un tutorial con las instrucciones sobre cómo ensamblar y utilizar el espectroscopio se muestra en este video (el video sólo está disponible en italiano; sin embargo, puedes seguirlo con el texto de abajo).
Primero, pega la hoja en la que está impreso el espectroscopio en un cartón negro. Es importante que sea negro porque el interior del espectroscopio que vamos a construir no debe ""reflejar la luz que entra. Preferiblemente usa una barra de pegamento, aplicando una capa delgada de pegamento (sin formar grumos en la hoja).
Con tus tijeras, recorta la forma indicada en la hoja a lo largo de las líneas continuas de su borde. No cortes a lo largo de las líneas punteadas. Ahora, necesitas la ayuda de un adulto por unos minutos ¿Puedes ver las dos pequeñas marcas largas y estrechas? Deberás cortarlas con un cúter o algo similar, para crear dos rendijas delgadas (tal como se especifica). Los cortes deben ser precisos, a lo largo de la linea, y rectos.
En este momento, debemos doblar todas las líneas punteadas que puedas ver. Los dobleces deben ser perfectos. Te mostraré un truco para hacerlos perfectos: toma una regla y acércala a la línea punteada. Con un bolígrafo (el color no importa, siempre y cuando tenga la punta de un bolígrafo) ve hacia atrás y hacia adelante cinco veces, presionando sobre el cartón. Verás que, al final, al doblar el cartón, se doblará perfectamente. Haz lo mismo para todas las líneas punteadas, tanto las que tienen trazos cortos, como las que tienen trazos mixtos (las dos alas laterales).
Ahora debes doblar a lo largo de las líneas. Con marcas cortas, dobla el cartón hacia abajo. Por otro lado, dobla hacia arriba las dos alas (marcas mixtas).
Prepara una tira de cinta de aproximadamente 5 cm. Cierra la caja pequeña en las dos alas cortas, y coloca la cinta debajo de la grieta (recomendamos no cubrirla), para que la caja quede bien cerrada.
Prepara una tira de cinta de aproximadamente 10 cm.
Ahora toma el CD/DVD y mete tu dedo en el agujero del medio, manteniendo la parte reflectante hacia arriba. Luego introduce el CD/DVD en la caja, como si fuera el pico de un pato que quisiera comérselo.
La pestaña pequeña debe abrazar el CD/DVD. En la parte inferior, mueve un poco el cartón hacia la pestaña y usa la cinta para sujetar ambos, comenzando desde la pestaña y llegando a la otra pieza de cartón debajo de la caja. Coloca dos tiras de cinta adhesiva en las alas laterales también, para que queden firmemente sujetas al CD/DVD y no entre luz.
Verifica que no haya aperturas por las cuales pueda entrar luz en la caja, aparte de las dos rendijas.
Ahora que has construido tu instrumento, veamos cómo usarlo. En una de las dos ranuras, dice “ojo”. Dirígete a una fuente de luz, por ejemplo la lámpara de la habitación en la que estás. Sujeta el CD/DVD con una o dos manos, lo que prefieras, ante ti e inclínalo unos 45 grados, con la rendija “ojo” hacia ti. Pon tu ojo en la rendija y mira - dentro del espectroscopio - la superficie del CD/DVD. Deberías ver el espectro de luz que estás observando. Si no puedes verlo, inclina lentamente el CD/DVD hasta que lo encuentres.
El Sol es una fuente de luz, que podemos observar muy fácilmente. Sin embargo, presta atención: no apuntes el espectroscopio directamente al Sol, simplemente apúntalo hacia el cielo (ya sea azul o nublado).
Después de haber construido el espectroscopio, se puede utilizar en el aula para observar diversas fuentes de luz, ya sean naturales o artificiales. El profesor podrá ver si el estudiante reconoce el espectro (ya sea lineal o continuo). Según la edad de los alumnos, también podemos evaluar la comprensión de los mecanismos de emisión de líneas espectrales.